Aquellos visitantes que llegan al rancho de Deborah Giannecchini en
Modesto, California, verán un jardín muy bien cuidado, con cuatro perros
pequeños que saludan a los visitantes con entusiasmo y un cartel
exhibido en su sala de estar que dice “nunca es tarde
para vivir felices para siempre”.
Giannecchini está viviendo con lo que es considerado un cáncer
terminal de ovarios. “Eso es lo que dicen. Estoy tratando de probar que
no es así”, dice ella. “No le deseo esto a nadie. Y si puedo salvar la
vida de una persona, entonces he hecho mi trabajo”.
Como ella, hay miles de personas que aseguran desarrollaron cáncer de ovario
después de usar un artículo de tocador común como parte de su rutina de
higiene femenina. Ellas usaron un polvo a base de talco, comúnmente
conocido como talcos o polvos para bebé, aunque algunos productos en
polvo para bebés están basados en almidón de maíz. Se cree que los
productos a base de almidón de maíz no causan problemas de salud.
Unas 4.800 mujeres y sus familias han demandado al gigante
farmacéutico Johnson & Johnson, que ha vendido el producto a base de
talco Johnson's Baby Powder por más de 100 años.
Muchas mujeres como Giannecchini que han buscado ayuda en las cortes
han dicho que quieren que la compañía, por lo menos, ponga una etiqueta
de advertencia en los empaques de los talcos.
Un puñado de compañías fabricantes de talco han hecho justo eso. Por ejemplo, el producto Shower & Bath Absorbent Body Powder
de Assured, dice que está “destinado solo para uso externo” y agrega
que “la aplicación frecuente del talco en el área genital femenina puede
aumentar el riesgo de cáncer de ovario”.
Johnson & Johnson argumenta que un aviso podría ser
confuso, porque aunque la compañía regularmente ha expresado simpatía
por aquellas mujeres, ha negado vehementemente que sus talcos tengan
algo que ver con el cáncer de ovario. Un puñado de científicos han
respaldado a la compañía en la corte. Y otros científicos han respaldado
las acusaciones de las mujeres.
El tema es un debate creciente en la comunidad científica. Algunos
estudios han encontrado que las mujeres enfrentan un riesgo cada vez
mayor de cáncer de ovario con el uso del talco en el área genital, pero
otros no.
En la intersección de este debate están los abogados que están
poniendo a la ciencia bajo microscopios en las cortes de todo el país.
Han mostrado a los jurados memorandos internos selectos de la compañía
que, dicen ellos, sugieren que Johnson & Johnson ha estado
consciente de este problema potencial durante décadas y no ha hecho
nada.
El consejo líder de Johnson & Johnson ha argumentado en dos de
los casos que las demandas se tratan de dinero, en vez de tratarse sobre
ciencia.
“Mi opinión sobre la litigación del cáncer de ovarios es que son
abogados demandantes bien financiados que están exagerando la ciencia y
sacándola de contexto para asustar a las personas y asustar al público
con la finalidad de forrarse los bolsillos”, dijo Bart Williams, uno de
los abogados de Johnson & Johnson. “Creo que están equivocados
científicamente. Creo que están equivocados legalmente y creo que la
evidencia muestra que la ciencia no admite la conexión entre el uso de
talco y el cáncer de ovario".
Johnson & Johnson no es la única compañía fabricante de talcos
que ha sido demandada por reclamaciones de cáncer de ovario, aunque la
mayoría de demandas incluyen a la compañía porque sus productos han
dominado el mercado durante más tiempo. Algunas demandas mencionan otras compañías como Valeant Pharmaceuticals, que ahora es propietaria de la marca Shower to Shower (de la que era dueña J&J hasta 2012).
Cada uno de los cinco casos que ha tenido un veredicto favorable para
el demandante se encuentra en varias etapas de apelación. J&J ganó
uno de los casos de altos en marzo, cuando un jurado de Missouri halló
que el talco para bebé no le causó el cáncer de ovario a una mujer de
Tennessee.
Aunque los equipos legales están investigando miles de casos
potenciales, lo que está menos claro es a dónde conducirá la ciencia y
cuál será el futuro de un producto icónico que se encuentra en las
estanterías de los baños de todo el mundo.
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